El techno es un tipo de música electrónica que surgió en Detroit, EEUU, hacia mediados de los años 80.[1] La primera grabación que empleó la palabra techno como referencia a un género musical data de 1988. En la actualidad existen multitud de estilos de techno, si bien está generalmente aceptado que el detroit techno es la base sobre la que el género se ha ido formando.
El punto de partida lo constituyó la fusión de la tradición musical europea basada en el uso experimental del sintetizador, con diferentes estilos de música de raiz afroamericana como el funk, el free jazz o el electro. A ésto se le añadía la influencia de una estética y temática de corte futurista.
La crítica musical y los seguidores del techno critican el uso poco riguroso del término, pues en ocasiones se confunde con otros estilos diferentes que nada tienen que ver, como el dance o el trance.
Orígenes La influencia de Kraftwerk
Uno de los grupos pioneros de la música electrónica actual fue Kraftwerk. Este grupo alemán comenzó a producir entre finales de los 60 y comienzos de los 70, basando su trabajo en la búsqueda de la simbiosis entre el hombre y la máquina a través del uso de todas las posibilidades de los sintetizadores. Su música se enmarca dentro de un movimiento más amplio que tuvo lugar en Alemania conocido como krautrock. El cuarto álbum de Kraftwerk, Autobahn, publicado en 1974, fue el que los catapultó definitivamente a la popularidad. Este disco contiene los primeros elementos del electro, que es el antecedente directo del techno.[2]
ORIGEN DEL TECHNO EN DETROIT
Desde 1977 hasta mediados de los años 80, un programa nocturno de radio de Detroit llamado Midnight Funk Association, conducido por The Electrifying Mojo, abrió los oídos de toda una generación. The Electrifying Mojo tenía que moverse de emisora en emisora (WAAM, WJLB, WGPR) debido a una arriesgada programación que le costó varios despidos, pues en su propuesta ecléctica convivían los estilos y artistas más dispares: Kraftwerk, soul clásico, nuevos románticos ingleses, el P-Funk de Parliament, The Clash o música clásica.[3]
Este programa sirvió de inspiración para numerosos productores locales afroamericanos como Juan Atkins, Derrick May, Kevin Saunderson (conocidos como The Belleville Three por el instituto de Detroit donde estudiaban[4] ) y Eddie Fowlkes. A través de sus primeras producciones, realizadas con sintetizadores y otros instrumentos electrónicos, dieron lugar a un nuevo sonido local que compartía muchos elementos del electro que otros artistas como Afrika Bambaataa hacían en aquella época. El más prolífico de ellos fue Juan Atkins, quien bajo el nombre Cybotron publicó junto a Rik Davis producciones de electro entre las que se cuenta el que es considerado como primer tema de techno de la historia, "Alleys Of Your Mind" (1981), o clásicos como "Clear". Cuando es entrevistado para la revista inglesa The Face y se le pregunta por el estilo de su música, Atkins responde: «Call it techno» ("llamémosle techno"). Este es uno de los posibles orígenes del nombre definitivo del género.[5] Es más probable, por otra parte, que su origen se encuentre en el concepto de techno-rebeldes contenido en el libro "La Tercera Ola" de Alvin Toffler.[6]
El sonido original de Detroit estaba fuertemente influido por la música afroamericana estadounidense, especialmente el soul y el funk, y muy especialmente el P-Funk (Juan Atkins considera al teclista Bernie Worrell, mano derecha de George Clinton, como el "padrino del techno"[7] ). La combinación de esta tradición con la música que venía de Europa, en particular el Krautrock, el Italo disco de Giorgio Moroder y la experimentación generalizada que tenía lugar con sintetizadores, dieron lugar a ese primer sonido techno. Derrick May lo describió con una frase que se ha hecho famosa:
"El techno es un gran error, como si George Clinton y Kraftwerk se quedaran atrapados en un ascensor y solo tuvieran un sintetizador para hacerles compañía".
Se trata de un estilo de música con patrones rítmicos muy marcados, normalmente con una estructura basada en un compás de 4/4 cuyos tiempos son claramente acentuados. Al mismo tiempo, conserva la sonoridad del funk, lo que se manifiesta en las líneas de bajo, en el uso de "strings" o en las vocales. Finalmente, su estética futurista y de ciencia ficción toma forma en las letras, en los motivos de las canciones o en el artwork de los discos.
Este tipo de techno, que ha ejercido una influencia seminal sobre toda la escena posterior, se conoce como Detroit techno.[8]
CHICAGO HOUSE
Existe una conexión indudable entre el techno y la escena que se había formado en Detroit con la música house que se estaba desarrollando en la misma época en Chicago y con su cultura de club. Temas de Detroit como "Strings of Life " de Derrick May (publicado bajo su alias Rhythim Is Rhythim) son considerados hoy clásicos tanto del género techno como del house. La relación entre ambos estilos se pone de manifiesto en la leyenda que afirma que el sonido del house de Chicago se desarrolló gracias a una caja de ritmos que Frankie Knuckles compró a Derrick May, y que guardaba entre sus presets varios de los patrones rítmicos compuestos por el de Detroit.[9]
LA LLEGADA DEL TECHNO A EUROPA
El acid impulsó el techno en Europa.En Reino Unido, desde 1985 comenzó a existir un interés creciente por la música house, desarrollándose una escena propia en ciudades como Londres, Manchester, Nottingham, y posteriormente Sheffield y Leeds. Los DJs considerados responsables de este primer exito del house son Mike Pickering, Mark Moore, Colin Faver y Graeme Park.
Hacia 1988, la música house había explotado en Inglaterra, y el acid house era cada vez más popular.[10] También existía una subcultura de fiestas en naves abandonadas cada vez más asentada. Tanto en estas fiestas como en los clubs donde se ponían los ritmos importados de Ibiza junto al acid, empezaron a pincharse los primeros discos de techno de Detroit. Es la época en la que las raves empiezan a convertirse en un fenómeno cada vez más masivo, poblado por jóvenes impulsados por el MDMA que disfrutaban de fiestas sin límite.
El éxito del house y del acid allanaron el camino para la aceptación del nuevo sonido de Detroit. En 1987, Neil Rushton, dueño del sello Kool Kat Records y ex DJ de northern soul, se puso en contacto con Derrick May, quien le facilitó una copia de su inminente tema "Strings of Life". La canción causó sensación entre los clubbers más jóvenes en aquella época. Dos meses después de la conversación, May viajó hasta Inglaterra con algunos de sus discos para, finalmente, alcanzar un acuerdo comercial para editar un recopilatorio con lo mejor del sonido de Detroit. Este álbum, que originalmente iba a llamarse The House Sound of Detroit, terminó cambiando finalmente el nombre después de que Atkins, May y Saunderson decidieran denominarlo de forma que no pareciera un subgénero regional de house, sino un auténtico género musical con entidad propia. A partir del tema "Techno Music" de Juan Atkins, el disco terminó llamándose Techno! The New Dance Sound of Detroit siendo publicado en 1988.[11]
El disco no vendió demasiadas copias al principio, pero después, cuando el tema "Big Fun" de Inner City (proyecto de Kevin Saunderson junto a la vocalista Paris Grey) empezó a escalar posiciones en las listas de éxitos, entonces cada vez más gente fijó su mirada en ese nuevo estilo que venía de Detroit. Y pronto se hizo mundialmente conocido.[12]
Desarrollo [editar]A medida que el sonido original se iba desarrollando hacia finales de los años 80 y principios de los 90, también empezó a ampliar su espectro estilístico lo que hasta entonces se había llamado techno. Éste pasó a incluir desde proyectos musicales de corte pop como el de Moby hasta colectivos con profundos sentimientos anti comerciales como Underground Resistance, o artistas que comenzaron a experimentar con sonoridades jazz o ambient. En esta época, el sonido techno pasó a gozar de un gran seguimiento underground en Reino Unido, Alemania y Bélgica. El crecimiento de la popularidad del techno entre 1988 y 1992 se debió en buena medida a la escena rave.
LA "SEGUNDA OLA" EN EEUU
Underground Resistance, techno militante.En EEUU, fuera de las escenas locales de Detroit, Nueva York y Chicago, el interés por el techno se reveló limitado. Los productores de Detroit, frustrados por la falta de oportunidades en su país natal, comenzaron a fijarse cada vez más en Europa. Esta primera ola de expatriados de Detroit fue pronto apoyada por una segunda generación de productores en su mayoría de Detroit, la llamada "segunda ola", que incluía a músicos como Carl Craig, Octave One, Jay Denham, Kenny Larkin y Stacey Pullen, al tiempo que los integrantes del colectivo Underground Resistance promovían su sonido único y militante.
Este colectivo, Underground Resistance (UR), fue formado originalmente por Mike Banks y el DJ Jeff Mills, a los que se unió Robert Hood. Posteriormente se les fueron uniendo otros colaboradores, como el dibujante de cómics Alan Oldham, el veterano James Pennington, productores como Blake Baxter o el colectivo Scan 7. Bajo el paraguas del colectivo, que también sirvió de sello discográfico, publicaban todos ellos indistintamente sin que muchas veces se sepa exactamente quién fue el productor de cada disco, pues UR hace del anonimato una de sus señas de identidad. Underground Resistance, además de continuar el desarrollo del detroit techno hacia un campo musicalmente más corrosivo y ácido, también le aporta una dimensión política: un concepto militante que se alejaba del futurismo escapista de sus predecesores y tenía más que ver con un cierto universo cyberpunk.[13] [14]
Años más tarde, el estilo se torna más duro y minimalista, progresivamente se van eliminando los elementos más reconocibles de la esencia soul y los temas se hacen más sintéticos. Se trata del minimal techno, cuyo mayor exponente es el disco Minimal Nation de Robert Hood publicado en 1994.[15] . Al mismo tiempo, Terrence Dixon lanza su sello Utensil Records, y comienzan a aparecer artistas que no son oriundos de Detroit pero se vinculan fuertemente con la escena techno de la segunda ola, como el canadiense Richie Hawtin. Hawtin compartiría inicialmente el sonido de UR, si bien no su concepto ni ideología. Junto a John Acquaviva fundó el sello Plus 8 Records, muy popular en la década de los 90.
En la misma época, en Nueva York se produce un acercamiento hacia la derivación europea del Techno hardcore, surgiendo el llamado speedcore que desarrolla el trío neoyorkino Disciples of Annihilation con el tema Industrial Power 9D4 lanzado en 1994. Un concepto con el que se creó una nueva escena electrónica en Nueva York, pero que no tardaría en llegar a Europa.
GRAN BRETAÑA CREA SU PROPIA ESCENA
Varios desarrollos se dan en el techno en Gran Bretaña entre finales de los años 80 y principios de los 90, aunque distan en cierta medida entre ellos tanto en estructuras como en concepto musical. El leit motif de todos ellos es el mismo, la demanda cada vez mayor de música de baile en Inglaterra y Europa que los precursores de Detroit eran incapaces de cubrir, lo que llevó a los jóvenes europeos a dejar de importar techno y empezar a producirlo por si mismos:
Bleep and bass (también conocido como "Yorkshire Techno") es el tipo de sonido desarrollado en el norte de Inglaterra entre 1989 y 1991, y especialmente en Sheffield, que combinaba elementos del garage house de Chicago con el primer detroit techno. Está considerado como la primera música de baile puramente inglesa.[16] [17] Destacan artistas como Unique 3, Nightmares On Wax o LFO.
El Acid Techno surge como una respuesta al prácticamente desaparecido acid house alrededor de 1991 y 1992, y se desarrolló en Londres especialmente en el entorno de las llamadas free party, manifestación de las rave). Con las mismas estructuras del techno, la característica esencial es el uso masivo de sonidos ácidos creados con máquinas como el sintetizador Roland TB-303.
La IDM trata de convertir el techno en algo más que música de baile, buscando la experimentación y su cruce con otros estilos. En sus inicios, la IDM (acrónimo de "Intelligent Dance Music" o "Música de Baile Inteligente"), toma importantes elementos del ambient, y al tiempo se entronca directamente con las producciones techno «cósmicas» de creadores de Detroit como Carl Craig o Derrick May. Los primeros en desarrollar este nuevo sonido son artistas como Michael Golding & Steve Rutter bajo el seudónimo B12. Pero la popularidad del subgénero llega gracias al recopilatorio Artificial intelligence lanzado por el sello Warp Records en 1992, donde se incluían tracks de los anteriores y también de otros artistas como Autechre, Speedy J y Aphex Twin. Éstos y otros artistas como LFO, Future Sound of London, Kirk Degiorgio, Orbital o The Black Dog serían los primeros en concebir todo un universo musical cada vez menos orientado hacia la pista de baile, y en cambio mucho más enfocado hacia la abstracción y la experimentación.[18]
ALEMANIA LA CUNA DEL TECHNO DE EUROPA
En Alemania, y de modo paralelo a lo que había ocurrido en Reino Unido, tuvo lugar desde los años 80 un seguimiento popular considerable de la música electrónica de baile de baile en diferentes puntos del país. En Frankfurt funcionaba uno de los clubs más veteranos de Europa, el Dorian Gray Technoclub, con una programación originalmente orientada hacia la EBM. En Colonia se desarrolló una importante escena acid, mientras que Munich tiene a DJ Hell como gurú local.[19] En Berlín, los DJs Westbam y Dr. Motte crearon UFO, primer embrión de la escena berlinesa de fiestas ilegales, y cofundaron la Love Parade. Tras la caída del Muro de Berlín en 1989, la escena de fiestas libres techno creció por toda Alemania del Este, consolidándose una escena rave comparable a la que existía en el Reino Unido.
Hacia 1991, varios lugares de fiesta cerraron, UFO incluido, y la escena techno de Berlín quedó centrada entorno a tres lugares cercanos al Muro de Berlín: Planet (más tarde llamado E-Werk por Paul van Dyk), Der Bunker, y el más duradero Tresor fundado en marzo de 1991. En este último fue donde se desarrolló una cierta estética paramilitar dentro de la comunidad techno, posiblemente como expresión del compromiso underground de la música, claramente bajo la influencia de Underground Resistance. Además, la conexión con Detroit se traducía en programaciones donde compartían cartel "héroes locales con invitados invitados de excepción como UR y Eddie Fowlkes", así como una estrecha colaboración en la división discográfica del club.[20]
En esta época, los DJs alemanes comenzaron a intensificar la velocidad y dureza del sonido, de modo que el techno con reminiscencias acid de principios de los 90 empezó a trasmutar en hardcore o techno hardcore. Se trata de un sonido fuertemente influido por el gabber holandés y el hardcore belga. Otras influencias que dotaron de personalidad a este estilo fueron la EBM de mediados de los 80, con grupos como DAF, Front 242, y Nitzer Ebb. Hacia 1995 nacería en Fráncfort una nueva escena, el schranz, de la mano del DJ y productor Chris Liebing y que desarrollarían artistas como Sven Wittekind, Robert Natus o Frank Kvitta.
A mitad de la década de los 90 surge en Berlín el sonido conocido actualmente como dub techno de la mano del proyecto Maurizio, pionero del sonido techno hipnótico desde la plataforma de su sello Basic Channel y en el que la tradición melódica y cósmica detroitiana se daba la mano con el minimalismo. Este género híbrido entre la electrónica de club y el dub se considera una expresión del minimal techno. Ha inspirado e influenciado a muchos productores posteriores, como Pole, Scion, Kit Clayton o Deadbeat.
Alianza techno: Berlín & Detroit [editar]En 1993, el sello alemán Tresor publicó el álbum recopilatorio Tresor II: Berlín & Detroit - A Techno Alliance,[21] reflejo de la importancia que tuvo la conexión entre ambas ciudades. A través de ésta "alianza" ambas ciudades y escenas musicales se beneficiaron, pues el detroit techno logró una gran difusión mundial al tiempo que Tresor ganó respeto y admiración. En la práctica, esta colaboración se materializó en numerosas sesiones de DJs estadounidenses en el club berlinés. Algunos de ellos llegaron incluso a residir en Berlín, como Jeff Mills y Blake Baxter. Todo ello tuvo su concreción musical. Con el apoyo de Tresor, Underground Resistance publicaron la serie de discos X-101/X-102/X103 y Juan Atkins colaboró con Moritz Von Oswald y Thomas Fehlmann bajó el nombre 3MB. Además,el sello Basic Channel, muy vinculado a Tresor, consiguió que su material fuera masterizado en la National Sound Corporation de Detroit, la principal casa de masterización de la escena detroitiana.
El punto de partida lo constituyó la fusión de la tradición musical europea basada en el uso experimental del sintetizador, con diferentes estilos de música de raiz afroamericana como el funk, el free jazz o el electro. A ésto se le añadía la influencia de una estética y temática de corte futurista.
La crítica musical y los seguidores del techno critican el uso poco riguroso del término, pues en ocasiones se confunde con otros estilos diferentes que nada tienen que ver, como el dance o el trance.
Orígenes La influencia de Kraftwerk
Uno de los grupos pioneros de la música electrónica actual fue Kraftwerk. Este grupo alemán comenzó a producir entre finales de los 60 y comienzos de los 70, basando su trabajo en la búsqueda de la simbiosis entre el hombre y la máquina a través del uso de todas las posibilidades de los sintetizadores. Su música se enmarca dentro de un movimiento más amplio que tuvo lugar en Alemania conocido como krautrock. El cuarto álbum de Kraftwerk, Autobahn, publicado en 1974, fue el que los catapultó definitivamente a la popularidad. Este disco contiene los primeros elementos del electro, que es el antecedente directo del techno.[2]
ORIGEN DEL TECHNO EN DETROIT
Desde 1977 hasta mediados de los años 80, un programa nocturno de radio de Detroit llamado Midnight Funk Association, conducido por The Electrifying Mojo, abrió los oídos de toda una generación. The Electrifying Mojo tenía que moverse de emisora en emisora (WAAM, WJLB, WGPR) debido a una arriesgada programación que le costó varios despidos, pues en su propuesta ecléctica convivían los estilos y artistas más dispares: Kraftwerk, soul clásico, nuevos románticos ingleses, el P-Funk de Parliament, The Clash o música clásica.[3]
Este programa sirvió de inspiración para numerosos productores locales afroamericanos como Juan Atkins, Derrick May, Kevin Saunderson (conocidos como The Belleville Three por el instituto de Detroit donde estudiaban[4] ) y Eddie Fowlkes. A través de sus primeras producciones, realizadas con sintetizadores y otros instrumentos electrónicos, dieron lugar a un nuevo sonido local que compartía muchos elementos del electro que otros artistas como Afrika Bambaataa hacían en aquella época. El más prolífico de ellos fue Juan Atkins, quien bajo el nombre Cybotron publicó junto a Rik Davis producciones de electro entre las que se cuenta el que es considerado como primer tema de techno de la historia, "Alleys Of Your Mind" (1981), o clásicos como "Clear". Cuando es entrevistado para la revista inglesa The Face y se le pregunta por el estilo de su música, Atkins responde: «Call it techno» ("llamémosle techno"). Este es uno de los posibles orígenes del nombre definitivo del género.[5] Es más probable, por otra parte, que su origen se encuentre en el concepto de techno-rebeldes contenido en el libro "La Tercera Ola" de Alvin Toffler.[6]
El sonido original de Detroit estaba fuertemente influido por la música afroamericana estadounidense, especialmente el soul y el funk, y muy especialmente el P-Funk (Juan Atkins considera al teclista Bernie Worrell, mano derecha de George Clinton, como el "padrino del techno"[7] ). La combinación de esta tradición con la música que venía de Europa, en particular el Krautrock, el Italo disco de Giorgio Moroder y la experimentación generalizada que tenía lugar con sintetizadores, dieron lugar a ese primer sonido techno. Derrick May lo describió con una frase que se ha hecho famosa:
"El techno es un gran error, como si George Clinton y Kraftwerk se quedaran atrapados en un ascensor y solo tuvieran un sintetizador para hacerles compañía".
Se trata de un estilo de música con patrones rítmicos muy marcados, normalmente con una estructura basada en un compás de 4/4 cuyos tiempos son claramente acentuados. Al mismo tiempo, conserva la sonoridad del funk, lo que se manifiesta en las líneas de bajo, en el uso de "strings" o en las vocales. Finalmente, su estética futurista y de ciencia ficción toma forma en las letras, en los motivos de las canciones o en el artwork de los discos.
Este tipo de techno, que ha ejercido una influencia seminal sobre toda la escena posterior, se conoce como Detroit techno.[8]
CHICAGO HOUSE
Existe una conexión indudable entre el techno y la escena que se había formado en Detroit con la música house que se estaba desarrollando en la misma época en Chicago y con su cultura de club. Temas de Detroit como "Strings of Life " de Derrick May (publicado bajo su alias Rhythim Is Rhythim) son considerados hoy clásicos tanto del género techno como del house. La relación entre ambos estilos se pone de manifiesto en la leyenda que afirma que el sonido del house de Chicago se desarrolló gracias a una caja de ritmos que Frankie Knuckles compró a Derrick May, y que guardaba entre sus presets varios de los patrones rítmicos compuestos por el de Detroit.[9]
LA LLEGADA DEL TECHNO A EUROPA
El acid impulsó el techno en Europa.En Reino Unido, desde 1985 comenzó a existir un interés creciente por la música house, desarrollándose una escena propia en ciudades como Londres, Manchester, Nottingham, y posteriormente Sheffield y Leeds. Los DJs considerados responsables de este primer exito del house son Mike Pickering, Mark Moore, Colin Faver y Graeme Park.
Hacia 1988, la música house había explotado en Inglaterra, y el acid house era cada vez más popular.[10] También existía una subcultura de fiestas en naves abandonadas cada vez más asentada. Tanto en estas fiestas como en los clubs donde se ponían los ritmos importados de Ibiza junto al acid, empezaron a pincharse los primeros discos de techno de Detroit. Es la época en la que las raves empiezan a convertirse en un fenómeno cada vez más masivo, poblado por jóvenes impulsados por el MDMA que disfrutaban de fiestas sin límite.
El éxito del house y del acid allanaron el camino para la aceptación del nuevo sonido de Detroit. En 1987, Neil Rushton, dueño del sello Kool Kat Records y ex DJ de northern soul, se puso en contacto con Derrick May, quien le facilitó una copia de su inminente tema "Strings of Life". La canción causó sensación entre los clubbers más jóvenes en aquella época. Dos meses después de la conversación, May viajó hasta Inglaterra con algunos de sus discos para, finalmente, alcanzar un acuerdo comercial para editar un recopilatorio con lo mejor del sonido de Detroit. Este álbum, que originalmente iba a llamarse The House Sound of Detroit, terminó cambiando finalmente el nombre después de que Atkins, May y Saunderson decidieran denominarlo de forma que no pareciera un subgénero regional de house, sino un auténtico género musical con entidad propia. A partir del tema "Techno Music" de Juan Atkins, el disco terminó llamándose Techno! The New Dance Sound of Detroit siendo publicado en 1988.[11]
El disco no vendió demasiadas copias al principio, pero después, cuando el tema "Big Fun" de Inner City (proyecto de Kevin Saunderson junto a la vocalista Paris Grey) empezó a escalar posiciones en las listas de éxitos, entonces cada vez más gente fijó su mirada en ese nuevo estilo que venía de Detroit. Y pronto se hizo mundialmente conocido.[12]
Desarrollo [editar]A medida que el sonido original se iba desarrollando hacia finales de los años 80 y principios de los 90, también empezó a ampliar su espectro estilístico lo que hasta entonces se había llamado techno. Éste pasó a incluir desde proyectos musicales de corte pop como el de Moby hasta colectivos con profundos sentimientos anti comerciales como Underground Resistance, o artistas que comenzaron a experimentar con sonoridades jazz o ambient. En esta época, el sonido techno pasó a gozar de un gran seguimiento underground en Reino Unido, Alemania y Bélgica. El crecimiento de la popularidad del techno entre 1988 y 1992 se debió en buena medida a la escena rave.
LA "SEGUNDA OLA" EN EEUU
Underground Resistance, techno militante.En EEUU, fuera de las escenas locales de Detroit, Nueva York y Chicago, el interés por el techno se reveló limitado. Los productores de Detroit, frustrados por la falta de oportunidades en su país natal, comenzaron a fijarse cada vez más en Europa. Esta primera ola de expatriados de Detroit fue pronto apoyada por una segunda generación de productores en su mayoría de Detroit, la llamada "segunda ola", que incluía a músicos como Carl Craig, Octave One, Jay Denham, Kenny Larkin y Stacey Pullen, al tiempo que los integrantes del colectivo Underground Resistance promovían su sonido único y militante.
Este colectivo, Underground Resistance (UR), fue formado originalmente por Mike Banks y el DJ Jeff Mills, a los que se unió Robert Hood. Posteriormente se les fueron uniendo otros colaboradores, como el dibujante de cómics Alan Oldham, el veterano James Pennington, productores como Blake Baxter o el colectivo Scan 7. Bajo el paraguas del colectivo, que también sirvió de sello discográfico, publicaban todos ellos indistintamente sin que muchas veces se sepa exactamente quién fue el productor de cada disco, pues UR hace del anonimato una de sus señas de identidad. Underground Resistance, además de continuar el desarrollo del detroit techno hacia un campo musicalmente más corrosivo y ácido, también le aporta una dimensión política: un concepto militante que se alejaba del futurismo escapista de sus predecesores y tenía más que ver con un cierto universo cyberpunk.[13] [14]
Años más tarde, el estilo se torna más duro y minimalista, progresivamente se van eliminando los elementos más reconocibles de la esencia soul y los temas se hacen más sintéticos. Se trata del minimal techno, cuyo mayor exponente es el disco Minimal Nation de Robert Hood publicado en 1994.[15] . Al mismo tiempo, Terrence Dixon lanza su sello Utensil Records, y comienzan a aparecer artistas que no son oriundos de Detroit pero se vinculan fuertemente con la escena techno de la segunda ola, como el canadiense Richie Hawtin. Hawtin compartiría inicialmente el sonido de UR, si bien no su concepto ni ideología. Junto a John Acquaviva fundó el sello Plus 8 Records, muy popular en la década de los 90.
En la misma época, en Nueva York se produce un acercamiento hacia la derivación europea del Techno hardcore, surgiendo el llamado speedcore que desarrolla el trío neoyorkino Disciples of Annihilation con el tema Industrial Power 9D4 lanzado en 1994. Un concepto con el que se creó una nueva escena electrónica en Nueva York, pero que no tardaría en llegar a Europa.
GRAN BRETAÑA CREA SU PROPIA ESCENA
Varios desarrollos se dan en el techno en Gran Bretaña entre finales de los años 80 y principios de los 90, aunque distan en cierta medida entre ellos tanto en estructuras como en concepto musical. El leit motif de todos ellos es el mismo, la demanda cada vez mayor de música de baile en Inglaterra y Europa que los precursores de Detroit eran incapaces de cubrir, lo que llevó a los jóvenes europeos a dejar de importar techno y empezar a producirlo por si mismos:
Bleep and bass (también conocido como "Yorkshire Techno") es el tipo de sonido desarrollado en el norte de Inglaterra entre 1989 y 1991, y especialmente en Sheffield, que combinaba elementos del garage house de Chicago con el primer detroit techno. Está considerado como la primera música de baile puramente inglesa.[16] [17] Destacan artistas como Unique 3, Nightmares On Wax o LFO.
El Acid Techno surge como una respuesta al prácticamente desaparecido acid house alrededor de 1991 y 1992, y se desarrolló en Londres especialmente en el entorno de las llamadas free party, manifestación de las rave). Con las mismas estructuras del techno, la característica esencial es el uso masivo de sonidos ácidos creados con máquinas como el sintetizador Roland TB-303.
La IDM trata de convertir el techno en algo más que música de baile, buscando la experimentación y su cruce con otros estilos. En sus inicios, la IDM (acrónimo de "Intelligent Dance Music" o "Música de Baile Inteligente"), toma importantes elementos del ambient, y al tiempo se entronca directamente con las producciones techno «cósmicas» de creadores de Detroit como Carl Craig o Derrick May. Los primeros en desarrollar este nuevo sonido son artistas como Michael Golding & Steve Rutter bajo el seudónimo B12. Pero la popularidad del subgénero llega gracias al recopilatorio Artificial intelligence lanzado por el sello Warp Records en 1992, donde se incluían tracks de los anteriores y también de otros artistas como Autechre, Speedy J y Aphex Twin. Éstos y otros artistas como LFO, Future Sound of London, Kirk Degiorgio, Orbital o The Black Dog serían los primeros en concebir todo un universo musical cada vez menos orientado hacia la pista de baile, y en cambio mucho más enfocado hacia la abstracción y la experimentación.[18]
ALEMANIA LA CUNA DEL TECHNO DE EUROPA
En Alemania, y de modo paralelo a lo que había ocurrido en Reino Unido, tuvo lugar desde los años 80 un seguimiento popular considerable de la música electrónica de baile de baile en diferentes puntos del país. En Frankfurt funcionaba uno de los clubs más veteranos de Europa, el Dorian Gray Technoclub, con una programación originalmente orientada hacia la EBM. En Colonia se desarrolló una importante escena acid, mientras que Munich tiene a DJ Hell como gurú local.[19] En Berlín, los DJs Westbam y Dr. Motte crearon UFO, primer embrión de la escena berlinesa de fiestas ilegales, y cofundaron la Love Parade. Tras la caída del Muro de Berlín en 1989, la escena de fiestas libres techno creció por toda Alemania del Este, consolidándose una escena rave comparable a la que existía en el Reino Unido.
Hacia 1991, varios lugares de fiesta cerraron, UFO incluido, y la escena techno de Berlín quedó centrada entorno a tres lugares cercanos al Muro de Berlín: Planet (más tarde llamado E-Werk por Paul van Dyk), Der Bunker, y el más duradero Tresor fundado en marzo de 1991. En este último fue donde se desarrolló una cierta estética paramilitar dentro de la comunidad techno, posiblemente como expresión del compromiso underground de la música, claramente bajo la influencia de Underground Resistance. Además, la conexión con Detroit se traducía en programaciones donde compartían cartel "héroes locales con invitados invitados de excepción como UR y Eddie Fowlkes", así como una estrecha colaboración en la división discográfica del club.[20]
En esta época, los DJs alemanes comenzaron a intensificar la velocidad y dureza del sonido, de modo que el techno con reminiscencias acid de principios de los 90 empezó a trasmutar en hardcore o techno hardcore. Se trata de un sonido fuertemente influido por el gabber holandés y el hardcore belga. Otras influencias que dotaron de personalidad a este estilo fueron la EBM de mediados de los 80, con grupos como DAF, Front 242, y Nitzer Ebb. Hacia 1995 nacería en Fráncfort una nueva escena, el schranz, de la mano del DJ y productor Chris Liebing y que desarrollarían artistas como Sven Wittekind, Robert Natus o Frank Kvitta.
A mitad de la década de los 90 surge en Berlín el sonido conocido actualmente como dub techno de la mano del proyecto Maurizio, pionero del sonido techno hipnótico desde la plataforma de su sello Basic Channel y en el que la tradición melódica y cósmica detroitiana se daba la mano con el minimalismo. Este género híbrido entre la electrónica de club y el dub se considera una expresión del minimal techno. Ha inspirado e influenciado a muchos productores posteriores, como Pole, Scion, Kit Clayton o Deadbeat.
Alianza techno: Berlín & Detroit [editar]En 1993, el sello alemán Tresor publicó el álbum recopilatorio Tresor II: Berlín & Detroit - A Techno Alliance,[21] reflejo de la importancia que tuvo la conexión entre ambas ciudades. A través de ésta "alianza" ambas ciudades y escenas musicales se beneficiaron, pues el detroit techno logró una gran difusión mundial al tiempo que Tresor ganó respeto y admiración. En la práctica, esta colaboración se materializó en numerosas sesiones de DJs estadounidenses en el club berlinés. Algunos de ellos llegaron incluso a residir en Berlín, como Jeff Mills y Blake Baxter. Todo ello tuvo su concreción musical. Con el apoyo de Tresor, Underground Resistance publicaron la serie de discos X-101/X-102/X103 y Juan Atkins colaboró con Moritz Von Oswald y Thomas Fehlmann bajó el nombre 3MB. Además,el sello Basic Channel, muy vinculado a Tresor, consiguió que su material fuera masterizado en la National Sound Corporation de Detroit, la principal casa de masterización de la escena detroitiana.
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